El mundo pertenece a los valientes, a los que se atreven a hacer cosas nuevas que nadie nunca hizo antes. Joshua Davis debe ser uno de los que tiene un pedacito de este mundo porque él no paró hasta que consiguió hacer algo totalmente nuevo y único, algo que nadie había hecho antes: arte con programación.

Comencemos por el principio, que no todo ha sido siempre de color de rosa. Su capacidad para crear algo de la nada lo llevo desde niño a mostrar gran talento artístico. Tras estudiar Bellas Artes en Nueva York y con una prometedora carrera por delante, Joshua quedó atrapado por la marcha de Manhattan, por la fiesta, las drogas y el alcohol. Su vida quedó totalmente destruida por la adicción, pero renació de sus cenizas, lo dejó todo y comenzó a construir la que hoy es su vida y su carrera, un éxito tras otro. Si lo ves hablar, con esos tatuajes que le llegan hasta el cuello, con esa naturalidad y frescura, te contagiarás con su pasión.

Muchos de nosotros pensamos que la programación es algo cuadriculado que nada tiene que ver con el arte, pero el trabajo de Joshua Davis viene a demostrarnos que eso es falso. Es un hombre incansable, simpático y divertido, divulgador nato, entregado totalmente a esta que es su pasión. Se expresa creativamente de una forma nueva, la pintura y la ilustración lo apasionan, pero las ha trasladado a un nuevo medio por explorar: la tecnología. Crea software, utiliza el código para la creación de patrones aparentemente aleatorios pero que están fundamentados en parámetros. Es un experimentador nato y fue uno de los primeros en ofrecer archivos Flash de código abierto. A menudo trabaja con músicos y su medio favorito es el video ya que es audiovisual.

Es un habitual de OFFF Barcelona, todos los años viene con una creación nueva, es profesor en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York y da charlas y talleres por todo el mundo. No contento con eso, tiene tal producción de proyectos que resulta abrumador. Si visitas su perfil de Behance verás que haces scroll sin parar y eso no tiene fin.

Te confieso que yo de esto que hace Joshua no entiendo ni jota, eso sí, me produce una enorme admiración y no puedo dejar de mirar sus videos sin preguntarme cómo es posible que haya creado con código algo tan singular.